La psicometría estudia la gestión de los algoritmos de jornada laboral. Una empresa exitosa es la que ha logrado cumplir con sus metas y conservar un ambiente de trabajo agradable, lo que no es fácil de lograr. La mejor forma de llegar a esta posición ideal es estudiar el comportamiento de los empleados, y a través de la psicometría se puede hacer. Pero teniendo las herramientas que da la psicometría, ¿El uso de algoritmos en la jornada laboral es necesario?
Han pasado tres años desde que por ley es obligatorio el registro diario de la jornada. Normativa que se aplica a todos los escalafones de las empresas, sin distinción de jerarquías.
A raíz de la aplicación obligatoria del registro de jornada, surgen dudas sobre la efectividad del mismo. Pues a tan poco tiempo de su entrada en vigencia, se considera aplicar otro tipo de medidas. Además, no se estan utilizando los datos exactos que aporta el registro con respecto al tiempo de trabajo efectivo. Asimismo, aporta datos relacionados con el comportamiento en general de la plantilla en caso de ser necesario un estudio más profundo.
La psicometría y el uso de los algoritmos en la jornada laboral
La psicometría es una disciplina que mide el funcionamiento mental y a través de las estadísticas registra el comportamiento. Dentro de las herramientas que se usan para determinar estos aspectos psicológicos en el trabajo, está el registro de la jornada. En este registro se almacena la información de la jornada del empleado.
Por otra parte, un algoritmo es un método (usualmente sistemas informáticos) que se utiliza para aportar una solución a un problema. Para la elección del sistema de registro no existen requisitos específicos. Sin embargo, se espera que se incluya parámetros que estén constantemente auditando la información de las jornadas de trabajo de las empresas.
La psicometría y los algoritmos de jornada laboral
Se encuentran presentes en la vida diaria de cualquier persona. Mediante el uso de la tecnología, los algoritmos usan las búsquedas y las aplicaciones descargadas al móvil para determinar patrones de comportamiento. De esta manera, se pueden mostrar anuncios publicitarios afines al gusto específico de cada quien.
En materia laboral, la psicometría aporta los datos necesarios para determinar si el comportamiento del empleado, coincide con lo registrado por el algoritmo. Pero esta información ya podría ser aportada por lo registrado en el control de horario implementado por cada empresa.
Poner en práctica la utilización de datos psicométricos durante el registro de jornada y horas extras trae beneficios. Uno de ellos es reducir en gran medida el margen que existe en cuanto a la rotación de personal. Asimismo, se pueden planificar estrategias colectivas o individuales (según lo amerite el caso) para obtener un mejor rendimiento de la plantilla.
¿Es necesario aplicar un algoritmo en el registro de la jornada?
A raíz del anuncio de la ministra de trabajo de crear un algoritmo han surgido quienes aplauden la iniciativa y quienes no la comprenden. El principal motivo de rechazo, es que ya existe un método de control impuesto desde hace tres años.
Asimismo, al generar la necesidad de implementar nuevos sistemas, surgen problemas de tipo administrativos, legales y funcionales para cada empresa. Para algunos, esta medida más allá de significar un complemento al registro de la jornada, es un proyecto que no resulta viable a largo plazo.
Como antecedente se toma la propia obligatoriedad al registro de jornada, que a ojos de muchos no ha logrado el objetivo planteado al principio.
Lo cierto, es que a pesar del control de horarios ya existente, aún hay una gran brecha por cerrar. La grieta existente entre las horas extraordinarias cumplidas por los españoles y las que se pagan a la fecha actual continúa siendo muy amplia.
Más algoritmos para menos horas extras: Max
“Max” es el nombre que ha dado el Ministerio de Trabajo al algoritmo que está por ser implementado en España. La idea es el rastreo de empresas de las que se sospecha cometen fraude con las horas extraordinarias de los empleados. Para sancionar, por un lado, el exceso de estas, así como penalizar las horas sin pago.
Otro de los motivos por los que se ha promovido la creación de este algoritmo, es el teletrabajo que llegó con la pandemia. Las Comisiones Obreras (CCOO) detectaron que durante el confinamiento, aquellas personas que conservaron su empleo, trabajaron mucho más que la jornada de 8 horas. Por supuesto, sin recibir la debida retribución económica correspondiente.
Tiempos de cambios
Es justamente la pandemia de las que se presume el fallo de la normativa sobre la jornada laboral, al existir un desconocimiento general del teletrabajo. Para muchos españoles que se vieron en la obligación de optar por este método para no perder su trabajo, fue la primera experiencia. Igualmente, sucede con las empresas, una gran cantidad de ellas no había requerido del trabajo a distancia, pero solo así podían seguir funcionando.
El resultado fue producido por la falta de experiencia tanto para empleadores como empleados, sumado a las leyes que no tenían esta situación prevista. Durante los primeros meses de confinamiento, se estima que las horas adicionales a la jornada se duplicaron al no tener claro el concepto de la desconexión digital. Responder correos en las noches, o conferencias a cualquier hora del día, sin la posibilidad de negarse, jornadas de trabajo interminables, recibiendo el mismo salario.
Horas extraordinarias: Un problema sin solución aparente
Si bien el Instituto Nacional de Estadística ha reportado cifras que demuestran una disminución en esta relación, el cambio no ha sido notable. La Seguridad Socia ha dejado de percibir en el periodo 2011-2021 la cantidad de 7.900 millones de euros. Toda esta información es con base a los datos oficiales INE y la EPA.
Es una inmensa cantidad de horas sin retribución que son enmascarados con las horas extras. Esto significa que el gobierno no recibe lo que le corresponde y los trabajadores tampoco. Entonces, hay algo que no se aplica correctamente en el registro diario.
El panorama actual no ha sufrido cambios que representen una mejora. De modo que pareciera ser una constante difícil de modificar. Y se necesita analizar que no funciona o se trabaja de forma errónea en el registro de jornada.
Aplicación de la psicometría y los algoritmos de jornada laboral
Es razonable que desde el gobierno se busquen implementar métodos para forzar al empresario a cumplir con su responsabilidad. No obstante, implementar regulaciones, medidas como el algoritmo, o similares, no está siendo de gran ayuda, pues los resultados no han sido satisfactorios. Por otro lado, reforzar la fórmula del registro de jornada, incentivando su uso, podría ayudar a lograr su cometido, que es proteger a los trabajadores.
Incluso se han impuesto sanciones a empresas que no han permitido a sus empleados realizar el debido fichaje de sus horas extra. Lo hacen para que esas horas no entren dentro del conteo para el posterior pago.
En estos casos a los empleados no les ha quedado otro remedio que denunciar ante la Inspección de Trabajo. Son los responsables de investigar, penalizar este tipo de fraudes e imponer las respectivas multas, que pueden ser varios miles de euros, según la gravedad.
El por qué de la psicometría en el registro de la jornada
En el mundo laboral, los datos psicométricos se utilizan para elaborar un perfil del trabajador, de modo que se le puedan asignar tareas afines a él. Es un área de estudio que se vale de aspectos como la inteligencia, personalidad, o aptitudes para reconocer fortalezas y debilidades. Cuando se hace el reclutamiento se pondrán en una balanza los resultados de las mediciones para determinar si podrá desempeñar las actividades laborales.
Recursos Humanos recopila la mayor cantidad de información posible sobre el trabajador para mejorar la toma de decisiones, como ascensos, nuevas contrataciones, pagos, etcétera. Asimismo, busca reunir datos sobre las aptitudes, habilidades y actitudes de los empleados para conocer el comportamiento de su plantilla. Esto ayuda a llevar un control y estadística sobre la productividad, motivación y problemas internos, además de posibles soluciones.
En el registro de la jornada, los resultados que arroje son valiosos para predecir ciertos patrones de conducta de la plantilla. Si el método usado es a través de apps en los móviles u ordenadores, se debe tener cuidado con la información privada del trabajador. La Ley de Protección de Datos, es enfática en cuánto a los datos que no puede ser vulnerada de ninguna manera. Por lo que las empresas deben conocer el límite existente entre recolectar datos necesarios para el registro de jornada y la invasión a la privacidad.
En resumen, la psicometría y los algoritmos en la jornada laboral se complementan. No obstante, el tratar de implementar un método de coerción para evitar las horas extras, se siente contradictorio. Especialmente porque ya existe la norma que obliga al registro de jornada, con recolección y almacenamiento de datos suficientes para aportar la información. Es decir, el algoritmo sería un tanto redundante y la afirmación del fracaso de la medida del control del horario luego de tres años de vigencia